Pensar mal

Hay días en los que me siento mal

En todas partes.

Miro a otros

Y la sombra emerge

Y no hace nada más

Que criticar y escupir cuervos negros

Por la boca de mi hígado trastornado.

¿Si sé que no está bien

Por qué el odio me explosiona

En piloto automático?

Esta no soy yo, o al menos

En esta circunstancia no quería pensar mal.

Me mata.

Me mata más a mí

Que a cualquiera que esté a mi lado

Salvado por su ignorancia.

Paz y amor, compañero,

A veces las cosas van como van

Y no tengo nada que dar

Aunque me animes al positivismo

Desde el escaparate de Instagram.

Paz y amor, compañero,

Y mucha luz, mucha, mucha luz

Hasta que el flash de tu polaroid emocional 

Te ponga los ojos en blanco

Y tape la crueldad que no cabe

En un marco de 8 cm.

Es curioso, porque cuanto más me hablan de luminosidad

Más me atrae llevar la contraria

Alabando las virtudes de las personas malas.

Entre otras muchas cosas

Puedes llamarme hater

De los que izan la luz

Como una bandera sagrada.

Ningún sentido

 No tiene ningún sentido esconder

Que entre todo este barullo

Me siento un poco aislada.

No estés molesto conmigo,

Si me alejo es por miedo

Al rechazo o a que

Me hagan daño

Cuando me dé la vuelta

Contenta por haber conseguido

Ser vista por el otro.

Lo que necesito es una naturalidad

Para acercarme como tú a los demás…

Pero el cuerpo se me solidifica

Como una estatua de sal

Mirando a Gomorra.

Es inevitable que busque tu compasión,

Pero mis lágrimas

tejen redes de lástima

Que deslizan la dignidad

Como un pescado asustado

Hasta la suela de mis zapatos.

Súbemela hacia arriba

Estíramela hacia arriba

O simplemente dame unos minutos

Para que pueda ver

A tu misma altura.

No es que estés en el piso de abajo

Es que tengo que reforzar las estructuras

Para que cuando me adviertas

No me caiga a cachos.

Sucumbir

Por mucho que toque el cielo
puede parecerse al frío infierno.
Tú no estás.
Me arde el deseo.
Tú no estás.
Y, aunque no te eche de menos,
puede que recuerde como te quería aquí,
conmigo,
puede que te recuerde demasiado bien
en el pasajero presente.
Y no, no sucumbiré,
pero no sabes cuanto duele un todavía
aún tener la fuerza y la valentía
de ni plantearte ceder
a los deseos de postrarse
a los antojos de nuestra oscura naturaleza.

Hijo de la sombra

Hijo de la sombra, 
aquello que la gran madre
vela es el amor 
que te di 
y que los antepasados
sin consuelo
no fueron capaces
de dejar ir.  

Miseria

Mírate la miseria 
sin miedo. Es duro
chocar contra un muro
de piedra lleno de aristas.
Oh, resulta que soy
                               un egoísta
                               un egocéntrico
                               un envidioso y avaro
Mucho menos perfecto 
de lo que pensaba,
pero eso no es motivo 
para preocuparse:
no hay luz 
sin un primer paso.   

Camisa azul

Tu camisa azul
es camisa de once varas.
Miro tu camisa azul 
mientras charlas
y creo que, alguna vez, 
he podido probármela
con la mirada. 

Miro tu camisa azul,
mi camisa de once varas
y me imagino desde el secreto
cómo te vestirás mañana.